Parece ser que el grafeno
promete ser uno de los materiales del futuro próximo con infinidad de posibles usos que
van desde la electrónica a la medicina. Justamente, el sector de la iluminación
es el primero en beneficiarse de este material con la fabricación de bombillas de grafeno.
El grafeno es un material
compuesto por carbono puro con una composición química idéntica al
diamante; su diferencia radica en la
estructura en la que se organizan los átomos de este elemento, que en el caso
del grafeno forman una especie de teselado hexagonal.
Este material ha cobrado gran importancia debido a sus características: gran flexiblidad y resistencia ( elasticidad y dureza
cercana al diamante), capacidad de autoenfriase
y autorepararse (apenas se calienta al transportar corriente), consume menos energía que el silicio y
es capaz de generar electricidad en
presencia de luz.
El grafeno fue aislado por
primera vez en 2004 en la Universidad de Manchester, Reino Unido, por los investigadores
Sir Andre Geim y Sir Kostya Novoselov, quienes ganaron el Premio Nobel de
Física en 2010. En febrero del año pasado ya se publicó un estudio destacando
su buena conducción de electricidad y, en marzo de este año , la Universidad de Manchester anunciaba el desarrollo de la primera bombilla de grafeno.
Las bombillas de grafeno consisten en un bulbo de cristal con LED revestido
de grafeno y tienen muchas ventajas frentes a las bombillas tradicionales e
incluso frente a las bombillas LED. Según
declaraciones de uno de los responsables del proyecto estás bombillas conducen
mejor la electricidad y el calor y consumen incluso un 10% menos de energía eléctrica que las LED. Añaden que resultan más baratas de producir,
lo que repercutirá en el precio final a los consumidores y, además , esperan
que tengan un vida útil más larga.
Konstantín Novosiólov (a la izquierda), premio Nobel de Física en 2010 por su trabajo con el grafeno, muestra la bombilla al Canciller de Hacienda de Reino Unido George Osborne. (Foto: Universidad de Manchester)
A pesar del optimismo, aún es un poco
pronto, ya que la Universidad de Manchester no ha publicado las características de la bombilla como el flujo
lumínico, la eficacia, las características de luz blanca o del índice de
reproducción cromática, etc. Tampoco se dan cifras concretas sobre el
precio que podría tener una bombilla. No obstante se prevé que esté disponible a corto plazo.
Esperamos entusiasmados este nuevo desarrollo.
¿Qué opináis? ¿sustituirá al LED o convivirá con él?
www.xataka.com
www.manchester.ac.uk
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