Es muy interesante
descubrir que existen en la naturaleza organismos vivos y plantas que emiten luz de forma natural sin intervención o ayuda del hombre. Se da solo en aquellos seres vivos que poseen
de forma natural el gen de la bioluminiscencia. Debido a una reacción
química en el que la proteína luciferina debe ser oxidada y
catalizada por la enzima luciferasa, el cuerpo de estos organismos emiten luz. En definitiva, hay una
transformación de la energía química en energía lumínica.
En el ámbito de la
flora vegetal nos encontramos cierto
tipo de hongos (más de 70 especies ) que iluminan por las noches de forma casi mágica ciertas zonas de nuestro planeta,
principalmente zonas del Amazonas y de Japón.
Durante la temporada
de lluvias en ciertas regiones de Japón, los bosques comienzan a poblarse de
pequeñas luces con tono verdoso tanto en
los troncos de los árboles como en el suelo húmedo. Los expertos creen
que el objetivo es hacerse visibles para que los insectos y animales ayuden a
esparcir sus espóras.
Igualmente, nos
encontramos con bacterías y algas cuyas propiedades bioluminiscentes no han pasado desapercibidas para los investigadores, hasta el punto
de que las bacterias Vibrio fischeri y las algas Pyrocystus
fusiformis ,que también tienen propiedades bioluminiscentes, han sido
seleccionadas por las Universidades de Sevilla y Columbia para cultivarlas con
el fin de formar parte de dispositivos de iluminación ambiental y señalización
que no consuman energía.
El objetivo de estas universidades es
aprovechar las cualidades lumínicas que presentan los microorganismos con los
que se trabaja y producir luz de forma natural sin consumir energía eléctrica. Se evitaría, además, la generación de los residuos que suponen lámparas y luminarias
al acabar su ciclo de vida útil. Para ello se crearían poblaciones de estas
bacterias y algas en el dispositivo que hiciera de fuente de luz. Según la patente,
los dispositivos también deberían ser biodegradables.
Dispositivo bioluminiscente de
señalización e iluminación ambiental alimentado por poblaciones de Pyrocystis
fusiformis. / Eduardo Mayoral
Anteriormente también
impulsaron una iniciativa similar el
equipo estadounidense Glowing Plant, buscando
desplazar la iluminación obtenida a partir del consumo eléctrico por un sistema
mucho más eficiente que estaría basado en la biología sintética, la ingeniería
genética y la biotecnología. En este caso se toma un gen de la bacteria Vibrio
fischeri y se integra en una planta,
más concretamente en la Arabidopsis thaliana.
Asimismo, en
diciembre de 2013 Bioglow anunció la
primera planta luminosa disponible comercialmente a la que llamaron Avatar Starlight. Esta empresa sigue
trabajando en aumentar la intensidad de luz que emiten las plantas y
comercializando sus productos.
¿Os imagináis plantas y árboles luminosos capaces de
alumbrar nuestras calles, jardines o parques sin energía eléctrica?
Fuentes:
Wikipedia
Fotos: Google